Una noche de estrellas...

El domingo a la noche finalizaron en nuestra ciudad las funciones del espectáculo "Estrellas en Danza".
Se presentó Cecilia Figaredo junto al Ballet Argentino, dirigido por Julio Bocca, con excelentes artistas invitados: Eleonora Cassano, Hernán Piquín y Antigua Jazz Band.

Todos y cada uno de los artistas pusieron su granito o sus perlitas para que fuera una verdadera noche de brillos inolvidables.

Comenzaron con "Carmen", con coreografía de Alberto Alonso (la que todos recordamos por Maia Plissetskaia). Excelente la actuación de Eleonora Cassano, con mucha madurez interpretativa y con su impecable técnica de siempre. Un muy expresivo Hernán Piquín como Don José, que supo mostrar la lucha interior del personaje entre el deber y el amor. También destacable Cecilia Figaredo.

Cassano captó el espíritu de la seductora incansable que va de amor en amor sin ataduras, como dice la letra de La Habanera: "El amor es un pájaro rebelde al que nadie es capaz de domar. Nuestros ruegos a nada van a parar, si lo que a él se le antoja es rehusar. Amenazas y súplicas nada valdrán. Aquel hombre persuade; este otro se calla. Y es a éste, al que nada dice, al que quiero y mi corazón prefiere: el amor, el amor... El amor es como un niño gitano que jamás supo de nada que sea la ley ¿Que tú no me amas? ¡Yo sí te amo! Y si yo te amo... ¡Mejor será que del amor te guardes! El pájaro que prender hubiste creído batió sus alas y se alejó de ti... Aunque distante quede tu amor, puedes esperar su regreso ¡Cuando menos lo esperas, a tu lado estará! Y en torno tuyo, raudo y veloz, volará."

Luego llegó "La Calle del Ragtime", con la presentación de la Antigua Jazz Band, una orquesta que imprime un brillo especial a cada tema. Actuaron Cecilia Figaredo junto al Ballet Argentino, con coreografías de Margarita Fernández, destacándose como siempre en sus danzas plenas de picardía y buen humor; imposible no disfrutar sonriendo tanto despliegue y tantas ganas de divertirse que fluía desde el escenario, tanto de los músicos como de los bailarines.

Finalmente tocó el turno al tango. Un tango moderno que no pierde la esencia, también con coreografía de M. Fernández. Hernán Piquín interpretó deliciosamente "La Furia", con música de Piazzolla. Pasión, fuerza, masculinidad y una técnica impecable.

Cassano y Figaredo hicieron "Solas", con música de Troilo y una joyita coreográfica de Ana M. Stekelman. Incomparable el dúo que hicieron, luciéndose las dos en picardía y sensualidad, con una comunicación palpable desde la platea.

No agregaré nada de Eleonora Cassano, ya que desde que acompañó a Julio Bocca puso en evidencia que tenía su brillo propio, lo que luego demostró en otras producciones. Sólo diré que su sencillez es admirable: quiso la casualidad que la encontrara cuando salía de los camarines del teatro, y al acercarme a saludarla no tuvo reparos en sonreir y responder agradecida, a pesar del cansancio, lo que habla a las claras de su calidad humana.
En cuanto a Figaredo la recuerdo impactándome cuando reemplazó a Cassano en el Maipo, en una danza con una soga que Eleonora no podía realizar por su embarazo, o en la danza española de Kuarahy, en el Luna Park. De allí a ahora, con "Adios hermano cruel" y en este espectáculo es notable su crecimiento.

A Piquín lo descubrí en un fantástico "Idolo de oro" en "La Bayadera" en el Luna Park, donde acaparó los aplausos de todos, luego en los espectáculos de Julio Bocca. Un bailarín excepcional, con una prestancia que pocos han sabido lograr.

Simplemente una noche de estrellas con brillo propio, que confluyeron en un espectáculo sincronizado, que deleitó a todos los que tuvimos oportunidad de disfrutarlo... Y nos quedamos con ganas de más y más y más...

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